Una forma distinta de evaluar: evaluaciones internas, mixtas y participativas

Derivado de la actual contingencia sanitaria por la pandemia de Covid 19, el Gobierno de México ha tenido que reconfigurar sus objetivos de política pública para poder hacer frente a los efectos adversos que ésta ha traído. Esta reconfiguración no solo ha tenido impacto en la estructura programática de la Administración Pública, sino también en los esquemas y metodologías de monitoreo y evaluación.

En este contexto, es fundamental abrir el dialogo en torno al impulso de diferentes estrategias de evaluación. Por un lado, hacia metodologías de evaluación participativa que permitan captar de forma más cercana el sentir de la población objetivo a la cual van dirigidos los programas para lo cual será imprescindible mantener las medidas de sana distancia y potencializar el uso de herramientas tecnológicas. Por otro lado, en un marco de austeridad, resulta relevante la discusión relativa a que las propias dependencias y entidades de la Administración Pública Federal realicen evaluaciones por sí mismas y mediante unidades administrativas ajenas a la operación de los programas, manteniendo el carácter de externas, en concordancia con lo establecido en el artículo 110 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y el Programa Anual de Evaluación de Programas Presupuestarios y Políticas Públicas de la Administración Pública Federal para el ejercicio fiscal 2021.